El GD 335 es un detector de rotura de cristal con salida de transistor que se puede conectar al panel de control mediante la unidad de interfaz IU 300. Está especialmente diseñado para la protección de escaparates, puertas correderas de cristal, ventanas y otras superficies de vidrio, tanto en comercios como en casas particulares. Se puede utilizar en ventanas con película protectora si el detector se instala directamente sobre el vidrio y no sobre la película (se recorta un agujero de unos 5–10 cm). También pueden ser utilizados en cajas de cristal.

El GD 335 se activa cuando se produce una rotura de vidrio y es muy resistente a alteraciones en el cristal o en su entorno, por lo tanto es ideal para la vigilancia durante las 24 horas. El diseño del detector es circular, lo que significa que no puede instalarse en ángulos.

El GD 335 se pega directamente sobre el vidrio y para cada detector se suministra una espátula para el pegamento y un soporte de cable para una instalación rápida y sencilla.

El GD 335 no es adecuado para vidrio laminado.